La ambición desmedida de las autoridades municipales y estatales, por los beneficios económicos que representa la expedición de licencias de cambio de uso de suelo, y permisos de construcción, ha puesto en riesgo el ecosistema de Valle de Bravo.
Según un estudio publicado por el Observatorio Ciudadano de la subcuenca Amanalco Valle de Bravo, realizado por el consultor en políticas públicas Marcos González Coghlan: Valle de Bravo sufre un proceso de degradación social, ambiental y urbano, como consecuencia de la ausencia de políticas que promuevan el uso racional del suelo.
A pesar de los nombramientos, de las normas y programas que fueron concebidas para su cuidado, protección y valorización, se incumplen en todas sus partes. Por los intereses de quienes se aprovechan estar en un cargo público para expedir licencias donde no se debe construir.
La responsabilidad es de los tres niveles de gobierno, el federal a través de la SEMARNAT por no exigir el cumplimiento del respeto la legislación de las áreas naturales protegidas. Del estatal porque basta cambiar un guion o una coma, para modificar la licencia de construcción basado en la ley de desarrollo urbano estatal y del municipal que cambia a su antojo las licencias de uso del suelo.
El municipio forma parte del área natural protegida determinada por la SEMARNAT a partir de la rica diversidad biológica de la región y su centro histórico, fue designado como pueblo mágico por la secretaria de Turismo federal basada en los atributos que se le reconocen.
Estos nombramientos, implican una responsabilidad mayor, porque les exige a las autoridades salvaguardar la integridad natural y urbana del municipio, para evitar su degradación.
Pero tal parece que tan pronto lo nombraron pueblo mágico y área natural protegida, antes de cuidar, empezó la degradación y puso en riesgo su riqueza y atentaron contra la biodiversidad.
Primero autorizando licencias de construcción en zonas protegidas para el levantamiento de zonas residenciales exclusivas de descanso. Cambiando el uso del suelo. A pesar de que hay una legislación vigente que lo prohíbe en materia federal, pero la SEMARNAT y la PROFEPA se hacen cómplices.
El negocio de las autoridades municipales ha sido, precisamente la expedición de licencias de construcción de fraccionamientos residenciales desde hace muchos años, con la complicidad de las autoridades estatales y federales.
Otro factor que atenta contra la biodiversidad y el encanto natural de este municipio es sin duda el curso de más sesenta obras públicas que se ejecutan en el municipio.
Se valora y reconoce la capacidad de gestión de recursos por parte de las autoridades municipales para la realización de obras; no obstante, está claro que este furor constructivo no sustituye las acciones necesarias para contener y revertir la generalizada degradación del municipio.
You must be logged in to post a comment Login