El gobierno argentino decidió suprimir la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo que resultará en la reubicación o cese de 3,155 empleados. El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que esta medida responde a irregularidades en la contratación de personal durante la administración anterior.
La decisión incluye una reducción del 45% de las autoridades superiores y del 31% en los niveles operativos, lo que supone la eliminación de un 34% de la estructura actual del organismo. Este ajuste busca optimizar la gestión pública y reducir los costos, de acuerdo con las metas establecidas por el presidente Javier Milei.
El gobierno estima que con esta acción se ahorrarán más de 6.5 millones de dólares anuales, recursos que se destinarán a otros sectores prioritarios. Esta reestructuración se enmarca en un conjunto más amplio de reformas que tienen como objetivo reducir el gasto público y mejorar la eficiencia estatal.
Queda la incertidumbre de cómo la eliminación de la AFIP afectará la recaudación de impuestos y el control fiscal en el país, mientras el gobierno asegura que la medida contribuirá a una gestión más eficiente.