En un histórico giro de política económica, Cuba reautorizó en 2021 las pequeñas y medianas empresas privadas, un hito que marca el fin de casi seis décadas de prohibición. Este cambio permite a negocios con hasta 100 empleados operar legalmente en la isla, abriendo una nueva era para el sector privado cubano.
En una iniciativa sin precedentes, Estados Unidos ahora ha anunciado una serie de medidas destinadas a impulsar el desarrollo de estas empresas privadas en Cuba. Estas medidas, que incluyen el acceso condicionado al sistema bancario estadounidense, representan un apoyo crucial para la expansión de la libre empresa en la isla.
Un alto funcionario estadounidense subrayó la importancia de estas acciones, calificándolas como un avance significativo hacia la revitalización del sector corporativo cubano. Las disposiciones, emitidas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, están orientadas a aliviar las restricciones existentes, facilitando así el acceso de los cubanos a servicios en línea y transacciones internacionales.
La flexibilización de las normas bancarias podría impulsar a los empresarios a crecer y animar a más cubanos a poner en marcha pequeños negocios, señalaron funcionarios del gobierno de Biden. Estas medidas tienen el objetivo de ayudar a los cubanos que enfrentan dificultades en medio de la crisis económica del país.
Hasta ahora, como parte del estricto embargo económico que Estados Unidos mantiene desde hace tiempo contra Cuba, los propietarios privados no podían acceder a los bancos estadounidenses y han tenido que depender en gran medida de las remesas en efectivo de sus familiares en el extranjero para financiar sus negocios. Con estas nuevas normativas, los empresarios cubanos ahora podrán abrir y gestionar cuentas bancarias en Estados Unidos, operando sus negocios de manera más eficiente a través de plataformas de pago en línea autorizadas. Este acceso, previamente inalcanzable, permitirá a los emprendedores cubanos realizar transacciones internacionales de manera más ágil y segura.
El compromiso de la administración Biden, anunciado en mayo de 2022, ha sido un motor fundamental para este cambio. Desde dicho anuncio, se ha observado un notable crecimiento del sector privado en Cuba, con alrededor de 11 mil nuevas empresas registradas, según datos proporcionados por un funcionario estadounidense.
Este impulso económico llega en un momento clave, poco después de que Estados Unidos removiera a Cuba de su lista negra de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo. Cuba, que compartía esta lista con naciones como Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela, ahora se enfrenta a nuevas oportunidades y desafíos en su camino hacia un mayor desarrollo económico.