La crisis habitacional que enfrenta Halifax, capital de la provincia de Nueva Escocia, ha cobrado tal magnitud que incluso ha inspirado a personas sin hogar a involucrarse en la política. Este es el caso de Andrew Goodsell, quien, tras vivir en situación de calle en varios momentos de su vida, decidió postularse como alcalde de la ciudad. Su participación en las elecciones locales del pasado sábado lo posicionó en el octavo lugar entre 16 candidatos, con un 0.7 % de los votos, según los resultados preliminares.
A pesar de no haber ganado, Goodsell calificó el resultado como «absolutamente asombroso», y en ningún momento mostró señales de decepción. Su candidatura surgió como una alternativa a los políticos tradicionales, quienes, según él, han fallado en abordar de manera efectiva la crisis de vivienda que afecta a Halifax.
Un candidato con una causa: viviendas dignas
La propuesta central de Andrew Goodsell durante su campaña fue clara y directa: la creación de «viviendas públicas dignas» que garanticen un hogar para todos los habitantes de Halifax. En un contexto donde el costo de vida sigue en aumento y los campamentos de personas sin techo se han multiplicado, su mensaje resonó entre muchos ciudadanos que comparten la preocupación por la falta de soluciones concretas a este problema.
«Mantener a una persona sin hogar cuesta más del doble que alojarla», afirmó Goodsell en una entrevista previa con The Canadian Press. Con esta premisa, el candidato propuso la creación de un sistema de viviendas públicas que ofrezca estabilidad a quienes más lo necesitan. La visión de Goodsell iba más allá de simplemente ofrecer refugios temporales; su compromiso era asegurar que las personas en situación de vulnerabilidad tuvieran acceso a un hogar digno, que les permita reconstruir sus vidas.
Una campaña con recursos limitados pero con gran impacto
A diferencia de los políticos con mayor financiamiento, Andrew Goodsell enfrentó importantes limitaciones presupuestarias a lo largo de su campaña. Sin embargo, encontró en las redes sociales una plataforma clave para difundir su mensaje y llegar a los votantes. Sus esfuerzos no se detuvieron ahí; cada domingo, Goodsell organizaba reuniones frente a una biblioteca local para discutir sus propuestas. Además, imprimió cientos de volantes y utilizó un método original: escribir su eslogan «Andrew Goodsell para alcalde» con tiza en las aceras de la ciudad.
A pesar de las dificultades económicas, Goodsell destacó por su perseverancia y creatividad. Su objetivo no era solo ganar la elección, sino inspirar a otros. «Si puedo participar y hacer esto sin ningún apoyo… espero estar inspirando a alguien que tenga más capacidades que yo para llegar a la gente», comentó en redes sociales.
Inspirando el cambio desde la adversidad
El ejemplo de Goodsell ha sido un recordatorio de que el cambio puede venir desde los sectores más marginados de la sociedad. Su candidatura demostró que la política no debe estar reservada solo para los políticos de carrera o aquellos con amplios recursos económicos. Aunque su campaña no culminó en una victoria electoral, su historia ha inspirado a muchos en Halifax, especialmente a aquellos que enfrentan la falta de vivienda y ven en él una figura que comprende sus luchas de primera mano.
La crisis habitacional en Halifax continúa siendo un tema urgente. La participación de un candidato sin hogar como Andrew Goodsell refleja la gravedad del problema y la necesidad de soluciones innovadoras y reales. Su visión de «viviendas públicas dignas» se ha convertido en un llamado a la acción que muchos esperan que no quede solo en palabras, sino que inspire a las futuras administraciones a tomar medidas concretas.
Un futuro incierto, pero lleno de esperanza
Aunque la elección ha terminado, la lucha de Goodsell por un cambio en la política habitacional de Halifax sigue viva. Con su historia, ha demostrado que incluso aquellos que enfrentan las mayores adversidades pueden ser agentes de cambio. Su candidatura ha puesto en el centro del debate la necesidad de una política pública que ponga a las personas en el corazón de la solución, y su mensaje de esperanza continúa resonando en la ciudad.
Para muchos en Halifax, Goodsell ya ha ganado al desafiar el statu quo y demostrar que la voz de quienes han sido excluidos del sistema también merece ser escuchada. Como él mismo dijo: «No necesitamos más de lo mismo. Necesitamos algo diferente».