En un despliegue significativo de poder naval, un destacamento ruso, compuesto por tres buques y un submarino nuclear, arribará al puerto de La Habana entre el 12 y el 17 de junio, según lo anunció este jueves la Cancillería cubana. Este evento se produce en el contexto de las históricas relaciones de amistad entre Rusia y Cuba y se ajusta estrictamente a las normativas internacionales, subrayó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en su comunicado oficial.
Históricas relaciones y regulaciones internacionales
El Ministerio cubano destacó que «ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no representa una amenaza para la región». Esta aclaración es crucial en un momento de alta tensión global, particularmente entre Rusia y las potencias occidentales.
La flotilla rusa está compuesta por la fragata Gorshkov, el buque petrolero Pashnin, el remolcador de salvamento Nikolái Chiker y el submarino de propulsión nuclear Kazán. Esta visita se realiza en el marco de la cooperación y amistad entre ambas naciones, remarcando la importancia de los lazos históricos y estratégicos que unen a Rusia y Cuba.
Contexto de tensión internacional
El anuncio de la llegada de estos buques ocurre un día después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, emitiera una advertencia a los países occidentales sobre las posibles repercusiones de suministrar armas de alta precisión a Ucrania. Putin declaró que si estos suministros se materializan, Rusia se reservará el derecho de entregar armas similares a regiones donde se puedan realizar ataques a objetivos sensibles de los países occidentales involucrados.
Esta declaración subraya la complejidad del panorama geopolítico actual, donde cada movimiento militar tiene amplias implicaciones internacionales. La presencia de buques rusos en La Habana, aunque enmarcada en un contexto de amistad, no puede desligarse de este entorno global tenso.
Ceremonia de bienvenida en La Habana
El diario cubano Escambray informó que la llegada de la flotilla rusa será marcada por una ceremonia en la que se dispararán 21 salvas desde una de las naves, en saludo a la nación cubana. Estas salvas serán respondidas por una batería de artillería desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, en una muestra de respeto y cooperación entre ambas naciones.
Durante su estancia en Cuba, los marinos rusos cumplirán un programa de actividades que incluye encuentros con las autoridades gubernamentales de La Habana y visitas a sitios de interés cultural e histórico, reforzando así los lazos diplomáticos y culturales entre los dos países.
