La Fiscalía de Perú formalizó la detención del expresidente Pedro Castillo por el delito de rebelión luego de su intento fallido de disolver el parlamento y su destitución por parte del Congreso.
“Hay una comisión de un hecho en flagrancia y está en calidad de detenido», dijo a la prensa Marita Barreto, coordinadora del equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder.
Una fuente de la fiscalía dijo que Castillo es investigado por el delito de «rebelión».
“Discutiremos hoy (si hay elementos para una prision preventiva). La democracia debe respetarse», señaló la fiscal Barreto, que participó en la detención.
“Se ha procedido conforme a ley, se impuso un derecho fundamental que es ser procesado o investigado por la imputacion de un delito», agregó.
En el local policial Castillo, vestido con casaca azul, está acompañado por el exjefe de gabinete Aníbal Torres, uno de sus más cercanos aliados. La fiscal de la nación, Patricia Benavides, participó en la detención.
La fiscalía puede solicitar a la justicia que Castillo permanezca detenido «preventivamente», una figura que también podría afectar al exjefe de gabinete, dijo Barreto.
El delito de rebelión prevé una pena de entre 10 y 20 años.
Tras el intento de disolución del Congreso, éste destituyó a Castillo por «incapacidad moral» y juramentó en su lugar a la vicepresidenta, Dina Boluarte, en una catarata de dramáticos anuncios en este país que padece de inestabilidad política crónica.