El consejo de administración de OpenAI, la compañía que lanzó hace un año la plataforma de inteligencia artificial ChatGPT, anunció que despidió a su director ejecutivo, Sam Altman, porque ya no confía en su capacidad para liderar la empresa.
La sorprendente salida de Altman se produce tras una “revisión deliberativa por parte de la junta (directiva), que concluyó que no siempre fue sincero en su comunicación con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades”, precisa un comunicado.
“La junta directiva ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI”, asegura. “Creemos que es necesario un nuevo liderazgo”.
“OpenAI ha sido estructurado intencionalmente para avanzar en nuestra misión: garantizar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad”, señala.
Altman, de 38 años, reaccionó en la red social X, antes conocida como Twitter: “Me encantó el tiempo que pasé en OpenAI”, afirmó. “Fue transformador para mí personalmente y espero que también un poco para el mundo”.
Lo sustituirá de forma interina Mira Murati, directora técnica de OpenAI.
Como parte de la reorganización, el presidente del consejo de administración, Greg Brockman, cofundador de la empresa, dejará el puesto pero permanecerá en la plantilla.
Fundada a finales de 2015, OpenAI ha contado desde el principio con el apoyo financiero de importantes empresarios como el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, el inversor Peter Thiel y Elon Musk.
La empresa está financiada por Microsoft, que ha invertido en ella miles de millones de dólares y ha integrado la tecnología en sus propios productos, como por ejemplo el motor de búsqueda Bing.
Dan Ives, analista de Wedbush, afirmó en X que el despido de Altman es una sorpresa y hará que Microsoft tenga “más control” en la empresa.
Altman “ha sido crucial para guiar a la plataforma hasta donde está” pero que deje de ser el director ejecutivo no la pone en peligro, estimó. “Hace un año hubiera sido diferente”.