El secretario de prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el general Patrick Ryder, ha negado categóricamente la existencia de pruebas que confirmen que seres extraterrestres hayan visitado la Tierra. En una conferencia de prensa reciente, Ryder declaró: «La verdad está ahí fuera, y la verdad es que no tenemos pruebas que indiquen que vida extraterrestre haya visitado el planeta».
Esta afirmación se produce tras la publicación de un informe exhaustivo del Pentágono, presentado en marzo, el cual fue solicitado por el Congreso de los Estados Unidos. El informe, que cuenta con 63 páginas, desmiente las acusaciones de que el Gobierno estadounidense esté encubriendo información sobre tecnología o visitas extraterrestres. Este documento se considera la refutación más extensa emitida por el Departamento de Defensa en los últimos años frente a estas persistentes teorías.
El informe del Pentágono y su análisis de los FANI
El documento fue preparado por la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO, por sus siglas en inglés), una entidad dedicada a investigar los fenómenos anómalos no identificados (FANI), anteriormente conocidos como OVNIs. El análisis concluyó que, hasta la fecha, no se ha descubierto evidencia empírica que indique que alguno de estos avistamientos esté relacionado con tecnología extraterrestre o con un programa clasificado del Gobierno que no haya sido informado al Congreso de Estados Unidos.
El informe también subraya que la mayoría de los avistamientos de FANI han sido identificados erróneamente como fenómenos u objetos ordinarios. AARO indicó que, aunque muchos de estos informes permanecen sin resolver, considera que con datos adicionales y de mayor calidad, la mayoría de los casos restantes también podrían explicarse como fenómenos naturales o causados por error humano.
El impacto de la desconfianza pública en las teorías de conspiración
El informe también aborda cómo la creciente desconfianza del público estadounidense hacia el Gobierno ha influido en la percepción de que este está ocultando información relacionada con extraterrestres. En 1958, aproximadamente el 75% de los estadounidenses confiaba en que el Gobierno «haría lo correcto casi siempre o la mayor parte del tiempo». Sin embargo, desde 2007, ese porcentaje ha disminuido drásticamente, manteniéndose por debajo del 30%.
Los analistas de AARO destacan que esta falta de confianza ha sido un factor clave en la creencia de algunos sectores de la población de que el Gobierno no ha sido completamente sincero en lo que respecta a la existencia de naves o tecnología extraterrestre. A pesar de los esfuerzos por desacreditar estas teorías, los expertos reconocen que el nuevo informe probablemente no calmará la creciente fascinación pública por los extraterrestres.
El papel de Internet en la difusión de la desinformación
Uno de los puntos clave del informe de AARO es la observación de que el tema de los FANI se ha vuelto más omnipresente que nunca en la cultura popular. Esto es atribuido, en parte, a la velocidad y el alcance de la información disponible en línea. Según el informe, «la exposición frecuente al tema a través de las redes tradicionales y sociales ha aumentado el número de estadounidenses que creen que los FANI son de origen extraterrestre».
AARO también advierte sobre la creciente facilidad con la que la desinformación puede propagarse en la era digital. «Aparte de los engaños y las falsificaciones, la desinformación es más frecuente y más fácil de difundir ahora que nunca, especialmente con las avanzadas herramientas actuales de fotografía, video e imágenes generadas por computadora», señala el informe.
El futuro de la investigación sobre los FANI
Aunque el informe no ofrece pruebas concluyentes de la existencia de vida extraterrestre, los investigadores de AARO continúan su labor para aclarar los casos restantes de avistamientos de FANI. La oficina ha enfatizado la importancia de obtener datos más precisos y detallados para poder identificar con mayor exactitud la naturaleza de estos fenómenos.
Por el momento, el Pentágono sigue comprometido en su postura de transparencia, insistiendo en que cualquier información relevante sobre fenómenos anómalos será compartida con el público y el Congreso, en un esfuerzo por contrarrestar las teorías conspirativas y fortalecer la confianza en las instituciones.
