Jueces y magistrados de todo el país iniciaron un paro nacional a la medianoche de este miércoles, manifestándose en contra de la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La protesta, liderada por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED), marca un punto crítico en la relación entre el Poder Judicial y el Ejecutivo.
Desde la sede del Poder Judicial de la Federación en San Lázaro, la jueza Juana Fuentes Velázquez, directora nacional de la JUFED, advirtió sobre las graves implicaciones que la reforma podría tener para la estabilidad del país. «Esta reforma no solo amenaza la justicia; amenaza la estabilidad misma de nuestra nación. Sin una justicia independiente, las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronará y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria», declaró Fuentes Velázquez ante una multitud de trabajadores judiciales que coreaban «el poder judicial no va a caer, no va a caer».
La jueza fue enfática al señalar que México se enfrenta a una posible crisis constitucional sin precedentes si la reforma avanza. «Este intento de concentración del poder en una sola persona no solo es una afrenta directa a la independencia judicial, sino también un golpe mortal a la democracia que tantos, antes que nosotros, lucharon por establecer y proteger», añadió.
En su discurso, Fuentes Velázquez subrayó que la concentración del poder en pocas manos transforma la justicia en un instrumento de opresión, poniendo en peligro los derechos de los ciudadanos. «Como custodios de la ley, es nuestra responsabilidad levantarnos contra cualquier intento de subyugar la justicia a los intereses políticos», sentenció, delineando el compromiso del gremio judicial con la defensa de la independencia y la democracia en México.
El paro, según explicó la titular de la JUFED, es un acto legítimo de resistencia ante una reforma que consideran peligrosa y anticipó que este no concluirá hasta que la propuesta sea desechada. «El futuro de nuestro país está en juego, y no permitiremos que la justicia sea sacrificada en el altar del poder. Que nuestra voz se escuche alta y clara: la justicia no se vende, no se subyuga y no se silencia. En nombre de la justicia, en nombre de la libertad, nos levantamos hoy y siempre», finalizó.
En el manifiesto publicado por la JUFED en su página oficial, se aclara que la suspensión de actividades no será considerada delito ni causal de procedimientos de juicio político o responsabilidad administrativa. Con el grito «todos somos uno, y uno somos todos», los empleados del Poder Judicial iniciaron la detención de actividades desde las 00:00 horas del lunes.
Días antes del inicio del paro, López Obrador restó importancia al paro, asegurando que «no va a pasar nada» porque, según él, a la mayoría de los ciudadanos no les importa la suspensión de labores. Además, subrayó que no es responsabilidad de su gobierno sancionar el paro, sino del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).