Desde hace varios meses, recuperar a los turistas perdidos por el Covid-19 dejó de ser el objetivo primordial de Los Cabos, que ya habla de un fuerte crecimiento prepandemia. El destino sudcaliforniano apunta a cerrar el año con un crecimiento de 20% en el número de visitantes, principalmente provenientes de Estados Unidos, aunque con una particular alza del mercado doméstico, y para continuar con esta racha, ha volteado a sus alrededores para satisfacer las nuevas necesidades del mercado.
Para ello, se ha trabajado en el desarrollo de nuevos productos turísticos de la mano de comunidades cercanas. Este es el caso de Santiago, una comunidad adyacente a un oasis prácticamente intacto a una hora de Los Cabos, que busca ofrecer opciones de hospedaje, gastronomía y actividades en un ambiente poco invasivo con el entorno.
La estrategia en Santiago busca ser un parteaguas para otros destinos que continúan desarrollándose, como el pueblo de Miraflores, famoso por productos como muebles y accesorios, e incluso el pueblo minero El Triunfo, situado en La Paz. Además, en el Parque Nacional Cabo Pulmo se busca trabajar en una para que los viajeros interactúen responsablemente con su entorno.
“Eso es lo que está buscando el viajero: cómo puede involucrarse con la comunidad local en los destinos turísticos”, explica Esponda.
El crecimiento en el número de turistas ha ido acompañado en un incremento en el gasto de los viajeros.
A la fecha, la tarifa promedio de los hoteles es de 465 dólares por noche, alrededor de 160 dólares más de lo registrado en 2019. Este índice es particularmente más alto que el de otros destinos, como Cancún o Puerto Vallarta, dada la naturaleza de Los Cabos como atractivo de turistas de lujo.
Según un análisis de la consultora STR a abril de este año, Los Cabos tenía los mayores índices de tarifa promedio y de ingreso por habitación disponible, aun cuando la media de la ocupación de los complejos era similar a la de Cancún e inferior a destinos como San Miguel de Allende y Acapulco.
La oferta hotelera apunta a incrementar moderadamente, en alrededor de 500 habitaciones adicionales entre 2023 y 2024. “Los Cabos sigue consolidándose con más oferta hotelera de lujo e hiperlujo”, dice Esponda.
Pese a los moderados incrementos de habitaciones, se espera que el siguiente año la llegada de turistas sea un 10% superior a la de este año. El impulso se continúa esperando desde Estados Unidos, pero también de Canadá, que en invierno podría rebasar los flujos de turistas de 2019.
Además, el mercado doméstico podría mantenerse al alza, mientras se busca estimular la demanda de otros mercados como España, Australia y Colombia, que ha cuadruplicado sus viajeros a Los Cabos respecto a 2019.
“Con estas ventajas de algunos mercados, esperamos que 2023 sea un año muy positivo”, concluye el director del Fiturca.