Este 2023 será clave para la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco y, en especial, para su actual titular. La gestora, creadora y productora escénica Lourdes González asegura sentirse “concentrada, enfocada y convencida de que ya le estoy entendiendo a la administración pública. Este ha sido el mayor reto profesional en mi vida”.
La funcionaria explica que estar al frente de la SC representa “el privilegio y responsabilidad” de encabezar una dependencia “que se debe a los creadores, pero también a un desarrollo cultural que yo antes entendía desde una visión más centralista; pero he tenido que mover y desplazar mi mirada para apreciar qué entendemos cuando pensamos acerca de los derechos culturales. Desde ahí, la responsabilidad es grande ante un Estado tan diverso y complejo como Jalisco, que tiene una comunidad artística muy activa, por fortuna, y significa un compromiso entender, atender y ocuparnos de aquellos que no han sido apoyados históricamente”.
Ante los proyectos que comienzan a desarrollarse y llevarse a cabo, indica González, “la palabra clave es ‘consolidación’, y no se puede hacer eso con algo que no ha comenzado, no vamos a descubrir el hilo negro de nada este 2023, que es el quinto de gobierno; el siguiente año habrá un proceso electoral y una entrega-recepción. Pero eso nos exige como equipo, pues lo que no se consiga este año no se logrará el siguiente”.
En estos términos, advierte la titular de la SC, lo esencial es “consolidar proyectos de los ejes estratégicos de gobierno en materia cultural y de una iniciativa que me parece de las más importantes, y tiene que ver con la descentralización, como una realidad y una manera de pensar desde los municipios y no desde el centro”.
González refiere que la descentralización “es un asunto muy complejo, porque una cosa es la descentralización como concepto y otra cosa es lo que implica; pues no se trata sólo de llevar cosas a los municipios o balancear presupuestos”.
La constante, en este aspecto, han sido los cambios en el seno de la SC, pero “hay proyectos que se han ido decantando —el programa ECOS es un ejemplo—, han pasado la fase de prueba y error, y es más sencillo buscar su consolidación”, establece la funcionaria, aunque indica que “también pasamos por una pandemia y eso dejó un rezago importante en términos culturales, creativos y presupuestales, de producción, circulación y consumo”.
Y como equipo, comenta González, “no ha implicado movernos, literalmente, en sentido real y figurado; así como llevar a cabo una constante revisión de nuestros propios procesos, a nivel interior. Así, lo que se necesita es entender otras lógicas, porque no es que falten convocatorias o apoyos (Jalisco es el tercer estado con mayor presupuesto a nivel nacional en materia cultural), no hablamos de que falten recursos sino de una mejor distribución de los mismos”.
En un balance autocrítico, González admite que “hemos tenido aciertos y áreas de oportunidad, un montón, como toda Secretaría; ha habido áreas o aspectos en los que hubo visibles avances, pero se tuvo que poner el acento en lo que no se estaba haciendo”, detalló la titular de la SC, “pero cuando hablo de sentido autocrítico es que me parece que los números nos indican lo que se necesitaba hacer. Yo pienso que, de entrada, todos aquellos que trabajamos en la función pública tenemos la buena intención, pero cuando algo no funciona hay que hacer ajustes. Lo que tratamos es de hacer un trabajo al interior, con oídos hacia el exterior”.
Finalmente, Lourdes González establece que la SC es una dependencia “muy grande, y a veces ni las redes, la radio y la TV nos dan oportunidad de comunicar; y es que no somos una secretaría que sólo hace eventos; también diseñamos políticas culturales, integrando a las diferentes comunidades culturales y artísticas, y acompañamos la implementación de estas acciones”.