El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el pasado lunes 5 de agosto un llamado a la población para abandonar la aplicación de mensajería WhatsApp, alegando que está siendo utilizada para amenazar a militares, policías y líderes comunitarios que apoyan su reelección. Durante un acto político en Caracas, Maduro expresó su intención de eliminar la aplicación de su teléfono y migrar sus contactos a plataformas como Telegram y WeChat.
«Por WhatsApp están amenazando a la familia militar venezolana, a toda la oficialidad, a la familia policial, a los líderes de calle, a todo aquel que no se pronuncie a favor del fascismo», declaró Maduro, instando a un «retiro voluntario, progresivo y radical» de la aplicación, propiedad de Meta.
Elecciones bajo controversia
Este pronunciamiento se enmarca en un contexto político tenso, tras las elecciones del 28 de julio. Según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro ganó con el 51% de los votos, mientras que la oposición, encabezada por Edmundo González, sostiene haber obtenido el 67% de los sufragios, basándose en un conteo paralelo del 81% de las actas. La oposición y varios países han cuestionado la legitimidad de los resultados, señalando irregularidades y falta de transparencia.
En medio de este clima, las redes sociales han sido un espacio de disputa, donde se han difundido tanto apoyo al gobierno como críticas y denuncias de irregularidades. Maduro ha sugerido la necesidad de regular estas plataformas, a las que acusa de ser utilizadas para coordinar protestas y diseminar mensajes de odio.