El papa emérito Benedicto XVI murió hoy sábado a los 95 años luego de un agravamiento en su estado de salud, situación que había sido alertada previamente por el Vaticano y el papa Francisco, quienes habían pedido rezar por él.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni.
Benedicto XVI, cuyo nombre secular era Joseph Aloisius Ratzinger, había sorprendido al mundo cuando decidió renunciar al cargo papal en 2013, siendo el primero en declinar a ese puesto religioso en seis siglos.
Ante el agravamiento de su estado de salud, el papa Francisco, quien fue su sucesor, había pedido previamente a las personas rezar por el ex pontífice, mencionado que estaba “muy enfermo”.
El Vaticano informó de que su cuerpo será velado a partir del lunes en la Basílica de San Pedro. El Vaticano tiene rituales minuciosamente elaborados para lo que sucede después de la muerte de un papa reinante, pero no se conocen públicamente los de un ex pontífice romano.
En el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México recordó que en 2013, cuando renunció al pontificado, el papa emérito se retiró a la oración, la música, el estudio y la lectura al monasterio Mater Ecclesiae, en los Jardines Vaticanos.
En la publicación, la Arquidiócesis recuerda a Benedicto XVI calificándolo como el teólogo estudioso de San Agustín. “Murió Benedicto XVI, un buscador de la verdad y quien supo dar la cara ante los tiempos difíciles que vivió.
“Tímido, pero cercano. Un hombre culto que supo ganarse el cariño de la gente y de los sacerdotes. Murió Benedicto XVI, conocido no solo por sus escritos, sino también por ser un hombre sencillo que renunció a ser Papa tras reconocer las limitaciones que tenía por su salud y su edad”, refirió.
Señaló que fue emprendedor de un proceso de renovación en la Iglesia.