El secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha lanzado un enérgico llamamiento a la comunidad internacional mientras la Franja de Gaza se sumerge en el caos de la guerra. En medio de siete meses de conflicto, con el ejército israelí intensificando sus ataques aéreos, la situación humanitaria alcanza niveles críticos.
Los informes provenientes de la zona describen una escena desoladora: nuevos bombardeos israelíes azotan varios puntos de Gaza, incluyendo Rafah, en el extremo sur del territorio, donde se teme una inminente ofensiva terrestre. La cifra de víctimas no deja de crecer, con hospitales abrumados por la llegada de cuerpos y la trágica pérdida de personal médico.
En un discurso urgente ante una conferencia internacional de donantes en Kuwait, Guterres instó a un alto el fuego «inmediato» y a un aumento significativo de la ayuda humanitaria. Sin embargo, advirtió que la reconstrucción tras esta devastadora guerra será un proceso largo y arduo.
La crisis humanitaria se agrava con el bloqueo de la ayuda desde que las tropas israelíes tomaron el paso fronterizo con Egipto en Rafah, cortando una vía vital para la llegada de suministros esenciales a un territorio al borde de la hambruna.
La escalada de la violencia ha desatado críticas de la comunidad internacional. La ONU ha condenado cualquier operación militar a gran escala en Rafah, señalando que violaría el derecho internacional humanitario. Incluso Estados Unidos, aliado clave de Israel, ha amenazado con retirar ciertos suministros de armas si se lleva a cabo una ofensiva en la zona.
Mientras tanto, el ejército israelí continúa emitiendo órdenes de evacuación en otras áreas de Gaza, alegando actividades terroristas por parte de Hamás.
En este escenario de desesperación y desafío político, la comunidad internacional se enfrenta a la urgente tarea de detener el derramamiento de sangre y ofrecer una esperanza de paz y reconstrucción para los habitantes de Gaza.