De acuerdo con la red de Monitoreo Hídrico Permanente con Participación Social para la Recuperación Sostenible de Valle de Bravo, que mide la calidad del agua del embalse, detectó la acumulación histórica de material orgánico y nutrientes en el fondo del lago, cianobacterias potencialmente tóxicas, la presencia de bacterias fecales patológicas, el uso de fertilizantes y agroquímicos en las zonas de agricultura, la erosión del suelo por monocultivos intensivos y el alimento en granjas piscícolas.
En torno a la presa, que es uno de los principales centros turísticos de la entidad, se reiteró la falta de infraestructura sanitaria suficiente, que permite que los contaminantes lleguen al embalse.
La red de drenajes sanitarios que deben construirse en las poblaciones, zonas residenciales, hoteles, asentados en torno a la presa, debieran ser construidos por las autoridades municipales, sin embargo, éstas han sido rebasadas por el crecimiento de ese centro turístico.
Las organizaciones civiles e incluso la UNAM, que monitorean constantemente el estado del agua en el embalse señalaron que los problemas actuales que presenta la presa -oficialmente llamada Miguel Alemán– en lo que respecta a la cantidad del agua es preocupante por el impacto en el medio ambiente, habitantes y a visitantes de este punto turístico.
Una de las razones de que el agua en la presa no tenga el nivel esperado es que algunos de los cauces que llegan a ella han sido desviados en zonas residenciales para formar arroyos y lagos privados.
En la actual temporada de lluvias, la cantidad de agua recolectada es de 208.8 millones de metros cúbicos, lo que equivale al 52% de su capacidad.
La de Valle de Bravo es una de las 3 presas del sistema Cutzamala que suministra de agua a la Ciudad de México.
A lo largo de este año solo se han recibido 6.49 millones de metros cúbicos de agua en la presa, lo cual puede considerarse como bajo.
La Presa del Bosque tiene un almacenamiento del 77%.
El Patronato Pro Valle de Bravo A.C., el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM que analiza las variaciones del nivel de la presa, señala que el nivel de la presa se ha afectado porque se hay una creciente demanda de agua para abastecer a la Ciudad de México y Toluca, además de desbalances en los regímenes de lluvia y de evaporación.
Además, se ha reducido la cobertura boscosa en la región, las autoridades municipales han autorizado cambios de uso del suelo, y se han incrementado los incendios.