Apenas se cumplió el 50 aniversario luctuoso del historiador e investigador mexicano Francisco de la Maza quien siempre mostró una visión y valentía al estar orgulloso de su condición homosexual.
Francisco de la Maza supo expresar, con enorme sensibilidad y erudición, una mirada de género patente en una buena parte de sus trabajos académicos.
Su obra es un itinerario documental, visual e intelectual que siguió De la Maza para la escritura de su libro Antinoo, El último dios del mundo clásico, publicado por la UNAM en 1966, y basado en una investigación internacional fuera de lo común en la historiografía de su tiempo. Se trata de una edición íntima y personalizada, sin par en la producción iberoamericana o española sobre la materia.
Apenas en junio se inauguró una muestra en cuyo recorrido dividido en cuatro núcleos temáticos se mostraban esculturas clásicas antinoicas, dispuestas según sus advocaciones procedentes de la colección de la Antigua Academia de San Carlos, y los dibujos derivados de la misma, realizados por autores como Juan Urruchi, José María Velasco, Rafael Ximeno, Pedro Patiño Ixtolinque y Luis Márquez Romay.
Asimismo, se exhibió parte del archivo personal de De la Maza, y la biobibliografía y las fotografías de tema efébico y homoerótico que estimularon y acompañaron sus desvelos como autor e historiador.
Sobresale su correspondencia con personalidades como Marguerite Yourcenar, Julio Cortázar, Ángel María Garibay y Salvador Moreno.
La muestra contó con la curaduría de Jaime Cuadriello, asistido por Claudia Garay y Julián Briones. Ofrecerá piezas que forman parte de los acervos del Museo Nacional de San Carlos y del Museo Nacional de Arte, del Inbal; de la fototeca y del archivo documental del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, y del Museo del Estanquillo, la Antigua Academia de San Carlos y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
