Los integrantes de la selección mexicana tomaron un respiro para recibir a sus familiares. Como en cada Copa del Mundo, el conjunto nacional abre las puertas a las personas cercanas a los futbolistas y cuerpo técnico para recibir apoyo y palabras de aliento, en Qatar, lo necesitan.
Tras perder 2-0 frente a Argentina, el equipo atraviesa horas de tensión. La clasificación a octavos de final es muy complicada, porque ya no depende de ellos, si le ganan a Arabia Saudita por goleada, aún así tendrán que esperar combinación e resultados.
Es así como este tiempo con sus seres queridos será importante para recargar energía, para tratar de sacar la presión que hay sobre el conjunto.
El Tricolor está cerca de firmar una de sus peores actuaciones en la historia de los Mundiales, ya que hasta el momento suma un punto y no ha anotado goles. Incluso, es la única selección de la Concacaf que no ha marcado en Qatar.
Desde Estados Unidos 1994 el Tricolor ha clasificado a la siguiente fase, hoy está prácticamente perdida dicha causa.
Los jugadores han mencionado que mientras haya oportunidad, ellos seguirán adelante, que quieren ganarle a Arabia Saudita, hacer esa parte del trabajo, y luego, esperar a que el resto de los resultados se den para acomodarse en el grupo.
Y es que, los pocos minutos en los que se ha podido ver la práctica del Tricolor, después de la derrota ante Argentina, solo hay caras largas, pocas palabras y miradas concentradas en los ejercicios.
Se acabaron las bromas, las risas y todo lo que suele darse, sobre todo cuando se termina la práctica. Además, hay que mencionar que el entorno del Tri es de mucha presión.
Miles de aficionados viajaron para apoyarlos y se han mostrado decepcionados por lo que han visto hasta el momento.
Por supuesto, el más criticado ha sido el entrenador Gerardo Martino, a quien reprocharon el planteamiento ante la Albiceleste, y claro, el no llevar a elementos como Javier Hernández y Santiago Giménez.