Sheinbaum critica la declaratoria de Trump del fentanilo como arma de destrucción masiva

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, cuestionó la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de clasificar al fentanilo como un “arma de destrucción masiva”, al advertir que dicha categorización podría tener implicaciones legales para su uso médico y para la cooperación bilateral en materia de seguridad.

Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria recordó que el fentanilo también tiene un uso legal en el sector salud, particularmente como anestésico. Señaló que la decisión estadounidense abre interrogantes sobre cómo se distinguirá entre el uso médico y el tráfico ilegal de esta sustancia. “El fentanilo tiene consumo legal, se utiliza como anestésico. Entonces, ¿qué implicaciones tiene que se determine como un arma de destrucción?”, expresó.

Las declaraciones se dan luego de que Trump firmara una orden ejecutiva con la que, según la Casa Blanca, se habilitan “todas las herramientas” del gobierno estadounidense para combatir a los cárteles y redes extranjeras vinculadas al tráfico de fentanilo. El presidente estadounidense ha atribuido a esta droga la muerte de al menos 200 mil personas cada año en su país, cifra que, aseguró, supera los daños causados por cualquier arma convencional.

Ante este escenario, Sheinbaum subrayó que México no permitirá ninguna intervención extranjera en su territorio bajo el argumento del combate al narcotráfico. Reiteró que la soberanía nacional no está en negociación y que cualquier estrategia conjunta debe respetar los marcos legales y la cooperación entre ambos países.

La presidenta informó además que su gobierno analiza el alcance jurídico de la medida anunciada por Washington para evaluar posibles efectos en la política mexicana de combate a las drogas. No obstante, insistió en que su administración prioriza una estrategia integral que no se limite a acciones punitivas.

Sheinbaum destacó que la atención a las causas del consumo de drogas es el eje central de su política, con énfasis en la salud mental, la educación y el fortalecimiento del entorno familiar, especialmente entre jóvenes. “Si no se atienden las causas, será el fentanilo u otra sustancia, pero el problema persistirá”, afirmó, al señalar que el consumo está ligado a condiciones sociales y a la falta de oportunidades.

Con esta postura, el gobierno mexicano mantiene su enfoque preventivo frente a una política estadounidense que ha endurecido su discurso y acciones contra el tráfico de fentanilo, uno de los principales puntos de tensión en la agenda bilateral.

Redacción
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