Al entrar a la autopista M11 al norte de Londres, el pequeño SUV del fabricante estadounidense ofrece la posibilidad de soltar el volante. El coche alcanza una velocidad de 100 km/hora, frena detrás de un camión y reanuda tranquilamente su camino, bien ubicado en medio de su carril.
El conductor tiene las manos libres (sin saber muy bien qué hacer con ellas), pero no debe tocar el teléfono celular ni apartar los ojos de la carretera. De hecho el coche lo vigila a través de varias cámaras y sensores infrarrojos (que captan incluso a través de los anteojos de sol).
“Mire la carretera. Recupere el control”, ordena el programa de bordo si percibe que la persona sentada en el lugar tradicional del conductor lleva diez segundos distraída. Y, en ese caso, el coche activa los frenos y muestra mensajes de advertencia.
Ford equipa desde abril con esta tecnología, llamada “BlueCruise”, su automóvil eléctrico Mustang Mach-E en Reino Unido.
BlueCruise, lanzada en 2021 en Estados Unidos, es ahora utilizable en 6,000 kilómetros de autopistas “azules” británicas, de cuatro carriles y con separadores centrales.
Quinientos clientes ya lo están probando y tendrán que pagar 17.99 libras (unos 23.4 dólares) al mes para soltar el volante.
En América del Norte, la opción también está disponible en la camioneta F-150 y en el SUV Expedition grande. Doscientos mil clientes la utilizan, sin accidentes que lamentar hasta la fecha, asegura Ford.
Su competidor GM propone también conducir sin manos. Las marcas luchan para obtener una buena reputación a través de la conducción autónoma, símbolo del automóvil del futuro.
Mercedes ya propone esa opción en Alemania, pero solo en los atascos de tráfico (hasta 60 km/h).
El patrón de Tesla, Elon Musk, promete desde hace tiempo la posibilidad de conducir sin manos (llamada de nivel 4) a breve plazo.
Ford, que apuesta por aplicaciones inmediatas, puso fin en 2022 a una asociación de investigación sobre la conducción autónoma con la start-up Argo AI.
“Somos optimistas sobre el futuro del nivel 4. No obstante aún estamos lejos de ver vehículos totalmente autónomos producidos en grandes cantidades y rentables”, afirmó a finales de 2022 el director general del gigante estadounidense, Jim Farley.
Ford fue la primera en beneficiarse en el Reino Unido de una exención que permite ofrecer la conducción sin manos, subraya Douwe Cunningham, responsable de la homologación de Ford Europa.
En este momento negocia con las autoridades británicas dar el paso siguiente y permitir que el coche cambie de carril, activando el guiño.
Este regulador de velocidad mejorado es, según él, un paso más hacia el nivel 3 de conducción autónoma, que permitirá confiar la conducción al programa en la mayoría de las situaciones.
“Los automovilistas podrán relajarse, sobre todo en medio del tráfico, dejando que el coche haga el trabajo”, asegura Tariq Willis, experto en marketing para la marca estadounidense.
“BlueCruise” debería estar disponible “pronto” en Alemania y luego en Francia, con sus 22.000 kilómetros de autopistas que cumplen con los requisitos, asegura Cunningham.
