El ejército de Israel aseguró que uno de los objetivos planeaba un atentado.
Un comando de militares israelíes disfrazados de doctores irrumpió en un hospital de Cisjordania ocupada para ejecutar a tres militantes palestinos.
Los miembros de las fuerzas especiales israelíes vestidos como trabajadores médicos y como mujeres musulmanas se introdujeron al hospital Ibn Sina de Yenín para acabar con los palestinos, uno de ellos encamado y prácticamente indefenso.
El ejército israelí se adjudicó el operativo organizado por el Servicio Secreto Shin Bet y la policía de fronteras.
Circulan en redes sociales videos del operativo donde aparecen presuntos doctores portando rifles de asalto y desplazándose por el nosocomio cisjordano.
«Ejecutaron a los tres hombres mientras dormían en la habitación», dijo el director del hospital, el doctor Naji Nazzal. «Los ejecutaron a sangre fría disparándoles directamente a la cabeza en la habitación donde estaban siendo atendidos», relató.
Los caídos fueron identificados como Mohammad Walid Jalamna, miembro de Hamás y los hermanos Basel Al-Ghazzawi y Mohammad Al-Ghazzawi, presuntos miembros de la Brigada de Yenín y al brazo armado de la Yihad Islámica.
«No queremos convertir los hospitales en campos de batalla, con los pacientes a la derecha y los médicos y enfermeras a la izquierda, y los terroristas en medio», aseguró el jefe militar israelí Herzi Halevi, pero aclaró «estamos aún más decididos a no permitir que los hospitales de Gaza, Judea y Samaria, Líbano, en superficie o en pozos de túneles y túneles bajo los hospitales, se conviertan en un lugar que sirva de tapadera al terrorismo».