Decenas de taxis fueron postrados en las salidas y entradas del municipio como señal de protesta por la “poca voluntad de diálogo” de la administración municipal encabezada por Michelle Núñez Ponce.
Ante dicha situación, el Ayuntamiento de Valle de Bravo emitió un comunicado en donde aclaró que, en todo momento, “ha actuado con estricto apego al marco de legalidad y privilegiando el interés público, la paz social y el bien común”.
Los desacuerdos se presentaron cuando el Ayuntamiento de Valle de Bravo reguló la situación de las bases de taxis en el municipio, mismas que no cumplían con los requerimientos del Código Financiero del Estado de México sobre el pago de cajones de estacionamiento en la vía pública.