Ernesto Nemer no está ni cerca de retirarse. Tiene un capital político construido a lo largo de muchos años de actividad y no va a tirarlo a la basura, como si de un niño berrinchudo se tratara. No solo tiene capital, también intereses y está en su derecho de pretender cuidarlo. El ex-secretario General de Gobierno – que hoy mismo todavía no se sabe con precisión por qué se fue- no se deja ver mucho en público, pero se hace sentir en lo político. Habrá pronto noticias sobre él que quizá a algunos delmacistas no gustarán tanto.
Uno de los sectores que se construye como principalísimo muro de resistencia al avance de la 4T y Morena en el Estado de México es el de los curas. Los hombres de sotana ven como un riesgo el ascenso de la maestra Delfina. Claramente, el clero católico está en pro de la preservación del régimen, de la preservación del statu quo. A ellos les ha ido muy bien y desean que así sigan las cosas.
La candidatura del PRI es un asunto políticamente resuelto. Será Alejandra del Moral sin duda alguna. El trámite legal se dará quizá antes de que termine el año o a principios del siguiente, pero no hay forma de modificar la decisión. Todas las mediciones la confirman como la aspirante más aventajada y con el mayor porcentaje de reconocimiento popular. Alejandra será una candidata del PRI.
Temporada de grilla en el Colegio de Notarios del Estado de México. Pronto deberá renovarse su directiva y la temperatura política sube, al grado de fiebre en algunos, que entienden la relevancia de esta organización en épocas electorales. Se darán con todo, ya empiezan los escarceos entre antagonistas declarados.
Algunos de los hombres más ricos del Estado de México hicieron el dinero desde la política y el servicio público. Son multimillonarios, aunque no han trabajado fuera del gobierno, ni son creadores de empresas exitosas. Ese grupo, que no es de pocos, es de hombres y mujeres sin escrúpulos, pillos, que para lo único que usaron el poder fue para robar. Bastaría con recorrer los fraccionamientos más caros y exclusivos, o preguntar por los dueños de ranchos, chalets y mansiones, para saber quiénes son.